La importancia de Primavera para Madrid

Parece que estuviéramos descubriendo la pólvora redactando, precisamente ahora, un artículo sobre Primavera para Madrid de Magius. Nada más lejos de la realidad. Lo que ocurre es que con la excusa de su lectura en el Club de Lectura que dirige nuestra compañera Fátima, quería volver a sumergirme en la tarea de intentar desgranar las virtudes de una obra así.

Tras la relativa reciente salida de Black Metal, es una delicia volver a las páginas de Primavera para Madrid. Las comparaciones son odiosas, pero en este caso, se trata de las dos últimas obras de Magius. Entonces: una sátira política que salpicó a varios de los estratos más altos de la sociedad madrileña. Ahora: una revisión del mito sobre la creación del Black Metal noruego. El tono, parecido. El rigor documental, el mismo.

En este caso estamos hablando de una obra que le valió al autor el Premio Nacional del Cómic de 2021. Que dicho premio fuera entregado por los Reyes de España es una cosa. Primavera para Madrid es una crítica voraz y fiera hacia ciertas instituciones, como la monarquía. Magius no deja títere con cabeza. A través de una serie de contrapartidas ficcionadas, trasunta a personajes de la más alta sociedad madrileña. La corona en este caso no sale muy bien retratada, pero no es la única. Y es que el paisaje que nos describe el autor es desolador. Nos introduce en los ámbitos más rancios de la alta sociedad. Esa alta sociedad que trapichea con el dinero público, que pega pelotazos con los que amasar fortunas y que trafica con influencias para adquirir más poder.

A través de una serie de escenas concatenadas que crean toda una historia compacta y con una lógica narrativa, Magius nos lleva por una serie de ambientes, tanto nocturnos como diurnos, en los que personajes con la voz cantante como Lobo Madrid o Fede nos contarán sus aventuras y desventuras en busca de fortuna y gloria. Fortuna y gloria en su versión más decadente. Pero Magius no se queda contento con apuntar a la corona, a la élite empresarial o a la cúpula del partido político que gobierna la Comunidad de Madrid con mayoría absoluta. También dispara sus balas contra cierto sector de la progresía mediática, en perfecta simbiosis con el poder establecido (es muy burdo, pero vamos con ello).

Denuncia, sarcasmo, humor ácido y sátira. Es esa capa humorística la que hace que el trago sea un poco menos amargo. Porque realmente esta es una historia de terror. Una historia en la que el poderoso queda retratado. Acaso ridiculizado sí, pero no menos amenazante y desconsolador. El panorama político y económico, ya no sólo de la Comunidad de Madrid, sino de todo el país, es desolador. Hoy más que nunca asistimos a una suerte de germen distópico en el que a diario vemos casos de corrupción y descaro ideológico desde los dos grandes partidos en el poder. La ultraderecha no había sido tan fuerte antes, o al menos tan descarada e identitaria. Gracias a Primavera para Madrid, que es casi un documental periodístico, hemos aprendido donde y cómo se toman las grandes decisiones que nos afectan a todos. El problema de la vivienda, las víctimas de la Dana o las residencias, la desfachatez parasitaria de la corona, los hermanos de, los novios de, el desmembramiento de la izquierda a la izquierda del centro-derecha. El acoso y derribo que las propuestas populares han tenido y tienen por parte de los medios. La falta de rigor ante las problemáticas geopolíticas que nos acechan. El silencio ante el genocidio. La privatización de la sanidad. El Patriarcado. El sentimiento anti LGTBIAQ+. Con un carácter más cercano y castizo, sí, Primavera para Madrid incide en todas estas cuestiones yendo a la raíz del problema, atacando a los eslabones más débiles de las cadenas que nos impiden vivir con dignidad. Un retrato de cómo las élites se reparten el pastel y a nosotros no nos quedan ya ni las migajas.

Primavera para Madrid es un cómic de humor, una sátira, pero meternos entre sus páginas es sumergirse en el fango, en el lodo más infecto de las élites socio-económicas que rigen nuestras vidas. Otro día hablamos de sus virtudes gráficas y de estilo. De esa metáfora que el papel de oro y la tinta negra suponen frente a una historia así. Lo cierto que es que hablar hoy de esta obra, vigente más que nunca, pareciera descubrir la pólvora. Y, sin embargo, no está de más, de tanto en cuanto, acercarnos a esta propuesta que, nos pone los pelos de punta tras su relectura del mismo modo que lo hizo la primera vez.