El Espectacular Spider-Man de Chip Zdarsky

Antes de Batman, antes de Public Domain o Daredevil, Chip Zdarsky se encargó de una etapa larga de Peter Parker: The Spectacular Spider-Man. Cerca de treinta números en los que el guionista pudo desempeñar su trabajo de guion tal y como le gusta: bien planeado y de largo recorrido.

La salida del ómnibus Peter Parker: El Espectacular Spider-Man de Chip Zdarsky por parte de Panini y SD, ha sido la excusa perfecta para meterme en esta etapa. Tal y cómo hemos visto en otras colecciones, sobre todo en su Daredevil, Zdarsky es un autor al que le gusta extender los arcos. Esto mismo sucede en este tomo. Un arco argumental extenso, en el que se desarrollan varias subtramas, con giros de guion interesantes y una muestra de cariño por los orígenes más clásicos del personaje que ya vimos en “Toda una vida”.

El Espectacular Spider-Man ha sido siempre una serie en la que poder sacar a relucir un poco más aspectos de Peter Parker. En este caso estamos en un momento bisagra en su vida. Separado de Mary Jane, con un trabajo prácticamente precario en el Buggle, y con un solo amigo: Johhny Storm. Sin embargo, el personaje se mueve con cierto optimismo. Zdarsky decide no modernizar al personaje, sino adaptarle a él a los tiempos que corren. Modernizar su escenario.

Un arco argumental que comienza como podría comenzar cualquier arco de Spider-Man. El descubrimiento de una serie de teléfonos de manufactura Stark e intraceables. El regreso de Teresa Parker, su supuesta hermana. La persecución de la subdivisión de S.H.I.E.L.D. La aparición del chapucero. Tenemos estrellas invitadas, como Johnny Storm en el papel de mejor amigo. Pantera Negra. Riri Williams, Ironheart. Y una investigación de fondo, una especie de huida, y un planteamiento en el que vemos cómo las piezas empiezan a encajar poco a poco.

La estructura de guion, a pesar de que la historia no empiece a despegar hasta sus giros, se nota que está trabajada. Se nota que es un proyecto a largo plazo. Zdarsky nos lleva de un punto a otro, sorprendiéndonos por el camino y con una gran traca final, un desenlace que nos deja con la boca abierta. Sabe construir la historia desde cero. Sabe coger lo que hay en el momento editorial y sacarle partido. Algo en lo que no terminó de acertar con Daredevil. Si en la colección del guardián de la cocina del infierno empezó con mucha fuerza y se fue deshinchando poco a poco, en este Espectacular Spider-Man le sucede al contrario. Empieza la historia como cualquier historia del personaje y poco a poco va añadiendo ingredientes y giros conectados hasta conseguir volarnos la cabeza. Y además lo hace con muy buen estilo.

Sin querer entrar a desarrollar los hechos (no quiero arruinarle la experiencia lectora a nadie) es necesario comentar el cariño que muestra Zdarsky por la etapa más clásica del personaje. Se nota que ha habido una buena lectura tanto de los números de Steve Ditko como los de John Romita.

Gráficamente no termina de cuajar bajo mi punto de vista. Me gusta mucho Adam Kubert, pero no se le ve especialmente motivado en esta serie. No termina de encajar, de explotar visualmente como él sabe hacer. Los dibujantes que rellenan los huecos de deja Kubert tampoco dan la talla. Contamos eso sí, con Mike Allred en el anual y con el espectacular Bachallo en los números del hombre de arena.

El autor nos muestra grandes momentos del personaje. El sentido del humor de Zdarsky encaja a la perfección con el sentido del humor del propio spidey. La relación con Teresa es bastante emotiva. Lo mismo sucede con J.J. Jameson, en un punto de ruptura que no habíamos visto antes. La relación de Peter con otros héroes y la forma de afrontar las amenazas están muy bien retratadas también.

Ya fuera de este gran arco tenemos algunas historias sueltas como el anual o los dos números dedicados al hombre de arena, magistralmente dibujados por Chris Bachallo y que disparan directo al corazón. Como también lo hace el último número de despedida, número dibujado por el propio Zdarsky. Un número en el que vamos a ver, a través de una serie de entrevistas, qué opinan algunos ciudadanos de Nueva York sobre su amistoso vecino. Una historia autoconclusiva que es todo un broche de oro para finalizar la andadura del guionista en la serie.

Quizás esta no sea una obra maestra; seguro que hay muchas etapas del personaje con mucha más calidad; incluso tampoco creo que sea el mejor trabajo de Zdarsky; pero no hay duda de que estamos ante un trabajo entretenido, que sabe sacarle todo el jugo al icono que es Spider-Man. Un trabajo de guion compacto, con unos giros interesantes y, sobre todo: bien planeado y con visión a largo plazo.