Patrulla-X Especial: Centinelas de Alex Paknadel, Justin Mason y Federico Blee

Edición original: Marvel Comics

Edición española: Panini

Páginas: 128

Precio: 12€

Es cierto que estamos sufriendo (y esto no es de ahora) una saturación de títulos mutantes. Tras la caída de Krakoa, mi apuesta hubiera sido mantener un par de series troncales y alguna más secundaria. Cinco como mucho. Coherentes entre ellas, sólidas, de calidad. No ha sido así. Una vez más, nos han vuelto a inundar de series mutantes. Lo curioso es que prácticamente todas mantienen cierto interés, cierta coherencia argumental. Cierta calidad. Este es el caso de la miniserie de cinco números Centinelas de Paknadel, Mason y Blee. Una serie con una premisa interesante y con un desarrollo y un acabado más que satisfactorios. Una grata sorpresa, la verdad.

Siempre me han interesado los puntos de vista creados desde los antagonistas. En muchos casos dichos antagonistas han despertado mis simpatías. Nunca hubiera pensado que “estos” antagonistas consiguieran que empatizara con ellos. Y esto creo que es la mayor baza con la que cuenta esta serie. Consigue que empaticemos con unos personajes que han sido transformados en armas antimutantes.

A través de las vidas de estos personajes, a través de la situación miserable en la que se encuentran, cada uno con sus características, los autores consiguen que nos preocupemos por ellos. Cinco personajes distintos y bien desarrollados. Cinco personajes que no dejan de ser también víctimas de la gran corporación antimutante surgida desde las cenizas de Orchis y que ahora mismo opera como principal antagonista de la Patrulla-X.

A través de una introspección en las vidas de los protagonistas y su situación actual, se consigue dar vida a unos personajes que de otro modo nos hubieran parecido despreciables. Personajes que son mostrados como despojos, veteranos de otras guerras, abandonados por sus gobiernos y sus administraciones, sus organizaciones, para ser reciclados como las armas definitivas antimutantes.

Es precisamente en esta dimensión psicológica, creada a través de vivencias que se nos muestran en las propias viñetas, que conseguimos empatizar con ellos. Son personajes rudos, sí, pero rotos. Rotos y manipulados por el gran poder que tienen detrás y que los trata como meras armas.

Además, toda la historia está bañada de lore mutante. Se ha tomado la esencia de los Centinelas desde sus primeras apariciones, pasando por toda la evolución que han sufrido a lo largo de estos casi sesenta años. Consiguen sacarle una sonrisa al lector más veterano, con una historia actual, enmarcada perfectamente en el escenario propuesto por el editor Tom Brevort para esta nueva andanza de los mutantes.

Tenemos series troncales con nuestros héroes de siempre. Tenemos serie con miembros más jóvenes. Tenemos serie de miembros eminentemente femeninos. Serie cósmica. Serie de acción. Serie de reivindicación absoluta por lo queer. Y serie de villanos. ¿Villanos o antagonistas? Creo que esta es precisamente la pregunta que se plantean los autores a la hora de crear estos centinelas.

No hay duda de que sufrimos una saturación de títulos mutantes. No todos van a gustar a todo el mundo. No todos van a reflejar eso que cada lector por separado le va a pedir a una serie mutante. Tenemos muchos títulos, pero este Centinelas está bien armado, bien escrito y cuenta con una premisa de lo más interesante. ¿Y si los villanos estuvieran sometidos por los mismos antagonistas que nuestros queridos héroes?