Violent Flowers de María Llovet
- El Deivid
- 5 may
- 2 Min. de lectura

Edición original: Image Comics
Edición española: Norma Editorial
Formato: Cartoné
120 páginas
Precio. 25€
Se ha escrito tanto sobre vampiros, que es complicado generar historias nuevas que susciten nuestro interés. Ya sea en el cine, la literatura, el cómic o en los juegos de rol, el género vampírico ha sido exprimido hasta sus límites. Y sin embargo, de tanto en cuanto nos llegan propuestas interesantes como este Violent Flowers de María Llovet. Una trama que, sin dejar de usar los tropos ya conocidos del género, consigue crear una historia adictiva. Un culebrón vampírico que revisita ciertos lugares comunes, pero que también aporta cierta frescura en su planteamiento.
Y es que si algo tiene este cómic es que engancha. Desde su inicio queremos saber qué va a ocurrir. La presentación de los personajes y la ambientación están muy bien conseguidas. Construye sus tramas alrededor de ciertos tópicos, como la lujuria, la lealtad y el honor, que combinan perfectamente con una ambientación contemporánea en una suerte de culebrón vampírico.
A pesar de contar con varios personajes que aparecen más o menos durante toda la historia, son personaje con carisma. Todos con su personalidad bien marcada. Personajes que se desenvuelven perfectamente en esa sociedad vampírica que quizás sugiere más de lo que muestra. Que gana con la ambientación de sus atmósferas y que tiene un gran peso estético dentro de la propia narrativa. La ciudad de Barcelona cobra protagonismo, dotándole a la trama de cierto aire exótico para el lector estadounidense.
Violent Flowers es una obra que se aleja a lo que hemos podido ver por ejemplo en los cómics de Vampiro La Mascarada, más urbanos, más rudos, con un toque más indie si cabe. Aquí jugamos con un toque más gótico, más decimonónico y, sobre todo, uno de los que creo que son sus grandes aciertos, con ciertas menciones al mundo grecolatino.
El estilo gráfico no deja de llamarme la atención. Contrasta la delicadeza del color con el acabado de las tintas. Tintas rápidas, sueltas, que en un primer momento pareciera que no encajan del todo bien, pero que terminan por funcionar. En cuanto al dibujo en sí está todo en su sitio. Buen dominio de la narrativa gráfica. Buen sentido de la proporción y la perspectiva, de la expresividad, pero es cierto que todo ello con un acabado un tanto tosco que cuanto menos llama la atención.
Tenemos un dibujo potente con un acabado curioso, que a primera vista pareciera no coincidir del todo con lo propuesto. Con un trabajo de color maravilloso. Mezclado todo ello con una serie de tropos y lugares comunes, a excepción de algún detalle verdaderamente sorprendente. Y sin embargo el resultado es bueno. Es excitante. La historia es adictiva. Nos traslada perfectamente a esa sociedad vampírica que imaginaríamos.
Comenta la propia autora que su idea es continuar este universo, usando los mismos personajes, dentro próximas miniseries, también de carácter autoconclusivo. Y la verdad es que no parece mala idea en absoluto. Ya que no es fácil contar una historia de vampiros y suscitar el interés con una historia que se lee sola, que te atrapa lentamente hasta que te deja el cuello enrojecido con la marca de una dentellada.
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