WE3 de Grant Morrison y Frank Quitely

Edición Original: DC Comics

Edición Española: ECC

Formato: Cartoné

152 páginas

Precio: 17,95€

A veces la sencillez es más efectiva que la pretensión. WE3 es quizás una de las obras más asequibles de Grant Morrison, uno de los grandes enfants terribles del cómic. Su planteamiento es básicamente el de una historia de acción, con un tema de fondo que va directo al corazón. Y quizás en la sencillez de esta trama, reside su belleza, su efectividad. Lejos de las complejidades de alguna de sus otras obras más personales (El Asco o Los Invisibles, por ejemplo) aquí el escocés dispara certero como un rayo láser. El trabajo de Quitely al dibujo también ayuda.

Ya habíamos visto el interés animalista de Morrison durante su etapa en Animal Man, su primer trabajo para el mercado americano. De nuevo en DC Comics, vuelve a indagar en esta temática, pero de una forma mucho más directa y brusca. En WE3 nos encontramos con la historia de tres animales de laboratorio que han sido modificados para ejercer como soldados definitivos para el ejército. El trigger emocional está presente desde el inicio. A partir de ahí: personajes humanos en su mayoría miserables, un montón de acción y gore y un desarrollo animalista sencillo, pero llevado a su extremo y muy efectivo.

La maestría de Frank Quitely como narrador apoya esta idea de sencillez. De ir directo al grano. Más allá de los estupendos diseños de personaje (sobre todo de las armaduras de los protagonistas) hay un saber contar las cosas de forma directa, sin artificios, pero al mismo tiempo espectacular y resolutiva.

Morrison basa toda la premisa en la caracterización de sus personajes. Tres animales (un perro, un gato y un conejo) que imitan el comportamiento de sus congéneres, pero con el don del habla. Un don limitado a su propia inteligencia que, en ocasiones resulta cómico, en otras conmovedor. La jugada maestra de Morrison es disparar directamente al corazón. No hay panfletos. No hay discurso explícito. Morrison ataca ahí donde más duele, en los sentimientos. Nos muestra a estos soldados cibernéticos, estos animales modificados, con unos comportamientos más humanos que el de los propios humanos. No es difícil empatizar con ellos. En celebrar cada baja del bando enemigo. En esperar que estas tres máquinas de matar se desliguen del propósito que les han inculcado, escapen y, por qué no, tengan un final feliz.

WE3 es una lectura fresca y entretenida. Con cantidades ingentes de acción y ultra-violencia. Con unos diálogos sencillos, pero bien trabajados, y unos personajes carismáticos con los que nos sentiremos identificados a pesar de la diferencia de especie. Morrison apunta directamente al corazón y apela a nuestros sentimientos para ponernos de su parte. A nada que tengamos algo dentro, conseguirá removerlo. Nos hará rabiar, nos hará reír y sí, por supuesto, nos hará llorar. Todo ello a través de un guion que brilla por su sencillez y un mensaje claro y directo sobre los derechos de uno de los colectivos más desprotegidos: los animales no humanos.